martes, 23 de febrero de 2016

Para pensar mes de marzo:El camino hacia la autonomía

El camino hacia la autonomía

La libertad o capacidad de decisión que implica la autonomía no es sólo ausencia de coacción, sino que supone la posibilidad de elección y la de adhesión o compromiso en un determinando sentido o dirección.
No se trata de ejercer la libertad con la indiferencia o ausencia de compromisos, ni tampoco de un hacer arbitrario, que no esté sometido a normas y leyes.
El carácter del acto autónomo, libre, lleva implícito, junto a la capacidad de elegir, aceptar o decidir ante una situación, la adhesión o compromiso ante ella.
Obviamente, este responsabilizarse ante la vida propia es una adquisición paulatina, nunca alcanzada plenamente, y en la que la persona debe hacerse cargo progresivamente de su propia existencia, mediante el ejercicio de la iniciativa personal, la elección, la decisión y la responsabilidad.
Una conquista gradual de la autonomía personal que supone:
Capacidad de reflexión o de toma de conciencia de sí mismo. Actuar desde sí mismo y siendo consciente de sí mismo, lo que es garantía de objetividad en la percepción de situaciones y en la adquisición de compromisos y responsabilidades.
Capacidad de autodeterminación o de adopción de decisiones en libertad, con plenitud de conciencia, desde el conocimiento y control de sí mismo como fundamento del compromiso y de la autorresponsabilidad.
Introducir y mantener un modelo de intervención basado en la autonomía y la responsabilidad supone reconocer como uno de los elementos básicos de crecimiento personal la pertenencia y la responsabilidad sobre las propias acciones y las consecuencias que de ellas se derivan. Si se pretende que los adolescentes alcancen al máximo su autonomía y responsabilidad en el proceso de planificación y de proyección de la realidad, que sepan tomar decisiones para resolver situaciones y satisfacer las propias necesidades, se habría de plantear, como hitos del quehacer educativo, algunos aspectos importantes que surgen de las consideraciones anteriores:
Un trabajo personal, educativo, que ayude al joven para que se decida a ser él mismo, superando el riesgo de caer en la indiferencia o la angustia.
A través de una intervención educativa integral se ha de fomentar la capacidad de análisis y ponderación de las diversas circunstancias que a cada uno le son propias. Hay que ayudar a conseguir la posibilidad de concretar la valoración tanto de las dificultades como de las propias fuerzas. Una concreción que no califique cómodamente de imposible aquello que no es tal, que no cuente sólo con las propias fuerzas, sino que permita al joven pensar también en las fuerzas de quienes están dispuestos a ayudar, sabiendo solicitar y agradecer la ayuda recibida.
Pero es necesario pasar del análisis a la acción. Los adolescentes tienen que aprender a luchar por superar las dificultades previstas e imprevistas con las que sucesivamente han de encontrarse. Anticiparse, programar, actuar, equivocarse y acertar, evaluar, etc., (primero desde acciones heterodeterminadas y, progresivamente, desde su propia iniciativa) son aspectos fundamentales para el ejercicio de la autodeterminación; cuestiones estas que deben ser consciente y firmemente apoyadas desde el proyecto educativo.
Por último, se presenta un reto educativo, la necesidad de construirse el ideal de lo que quiere o querría ser y en cuya consecución o realización la propia persona se encuentra a sí misma o alcanza su identidad.
Es preciso ayudar al joven a descubrir la importancia de comprometer su propia existencia en un proyecto personal de vida, que asuma las exigencias fundamentales de la naturaleza humana, haciéndole ver los diversos ámbitos que ha de cubrir al pensar en un programa personal: constituir una familia, desarrollar un trabajo como ideales que implican la autorrealización, asumir unos principios morales que determinen el marco dentro del cual puede aceptarse a sí mismo, etc.
Esta ayuda es especialmente importante en nuestros días, donde la fuerza de los distintos medios de comunicación de masas y de una subcultura juvenil promocionada por intereses económicos promueven un rígido conformismo a ciertas pautas de comportamiento, y precisamente con el slogan de fomentar la espontaneidad e independencia de cada uno.
En definitiva, son numerosas las actitudes, habilidades y destrezas que deben procurarse a la persona para asumir la capacidad de dirigirse a sí misma. Hay que cultivar la fuerza de voluntad, la conciencia de un yo que se despliega en el tiempo permaneciendo en su identidad, la necesidad de la coherencia, el desarrollo de la acción independiente, el sentido de la responsabilidad, la firmeza en las convicciones, el coraje moral ante los obstáculos, el descubrimiento del valor humanizador de la acción por encima de la simple racionalidad técnica.

Desde una concepción de la persona como una realidad integral unitaria emergen unas acciones educativas también unitarias, comprensivas del joven como totalidad en todas sus dimensiones esenciales (individual, social, temporal y trascendental). Pero sin olvidar que siempre está inmerso en una situación social concreta, en un momento histórico dado, que no le determina, pero sí le condiciona en el ejercicio de su libertad y en la realización de su proyecto personal de vida. 

Lectura compartida mes de marzo


 Associació de Mares i Pares d’Alumnes (AMPA) de l ‘I.E.S. “Juan de Garay” de València.


"La igualtat de gènere és un principi constitucional que estipula que homes i dones són iguals davant la llei", el que significa que totes les persones, sense distinció alguna tenim els mateixos drets i deures davant l'Estat i la societat en el seu conjunt. Però sabem bé que no n'hi ha prou decretar la igualtat en la llei si en la realitat no és un fet.

Perquè la igualtat siga una realitat, s'ha de traduir en oportunitats reals i efectives per anar a l'escola, accedir a una feina, a serveis de salut i seguretat social; competir per llocs o càrrecs de representació popular; gaudir de llibertats per triar parella, conformar una família i participar en els assumptes de les nostres comunitats, organitzacions i partits polítics.

El reconeixement de la igualtat de gènere ha estat una conquesta històrica de les dones. Fa 250 anys plantejar-se la igualtat de dret era un fet inconcebible ja que es considerava que les dones eren naturalment diferents i inferiors als homes.

Però la lluita no ha acabat perquè les diferents bretxes de gènere que es produeixen en les societats, encara que es redueixen, segueixen existint.

És per això que proposem com a lectura per aquest mes de març "Jane Eyre" de Charlotte Brönte. Aquesta novel·la sol considerar-se un dels primers textos literaris feministes del món. No es pot afirmar rotundament que Jane Eyre de veritat fos una feminista, però posseïa certes qualitats, que van caracteritzar més tard, ja a finals del segle XIX, a les activistes de drets de la dona. Era impacient però objectiva, franca i ferotgement independent. Rebutjava els fastuosos regals amb els quals la intentava omplir el seu xicot i ella volia seguir treballant d'institutriu després del casament per ser econòmicament independent. A més, expressava obertament les seves conviccions que eren bastant radicals per aquell temps.

Esperem gaudiu en família d'aquesta lectura, que sens dubte no us deixarà indiferent.

Per la seva banda, durant març realitzarem, en col·laboració amb el Departament de Valencià una exposició sobre els carrers de la ciutat de València que porten nom de dona. Amb això volem visibilitzar les dones que nomenen les nostres vies i veure com fins i tot a l'hora de triar quines dones nomenen carrers hi ha una clara diferència entre homes i dones.

Us convidem a tots a participar en aquesta experiència.

Gràcies per la vostra atenció, col·laboració i participació activa. Una salutació.
L’Executiva

   Asociación de Madres y Padres de Alumnos 
(AMPA) de l ‘I.E.S. “Juan de Garay” de Valencia.

“La igualdad de género es un principio constitucional que estipula que hombres y mujeres son iguales ante la ley”, lo que significa que todas las personas, sin distingo alguno tenemos los mismos derechos y deberes frente al Estado y la sociedad en su conjunto. Pero sabemos bien que no basta decretar la igualdad en la ley si en la realidad no es un hecho.

Para que la igualdad  sea una realidad, se debe traducir en oportunidades reales y efectivas para ir a la escuela, acceder a un trabajo, a servicios de salud y seguridad social; competir por puestos o cargos de representación popular; gozar de libertades para elegir pareja, conformar una familia y participar en los asuntos de nuestras comunidades, organizaciones y partidos políticos.

El reconocimiento de la igualdad de género  ha sido una conquista histórica de las mujeres. Hace 250 años plantearse la igualdad de derecho era un hecho inconcebible ya que se consideraba que las mujeres eran naturalmente diferentes e inferiores a los hombres.

Pero la lucha no ha acabado porque las diferentes brechas de género que se producen en las sociedades, aunque se reducen, siguen existiendo.

Es por ello que proponemos como lectura para este mes de marzo “Jane Eyre” de Charlotte Brönte. Esta novela suele considerarse uno de los primeros textos literarios feministas del mundo. No se puede afirmar rotundamente que Jane Eyre de verdad fuera una feminista, pero poseía ciertas cualidades, que caracterizaron más tarde, ya a finales del siglo XIX, a  las activistas de derechos de la mujer. Era impaciente pero objetiva, franca y ferozmente independiente. Rechazaba los fastuosos regalos con los que la intentaba colmar su novio y ella quería seguir trabajando de institutriz después de la boda para ser económicamente independiente. Además, expresaba abiertamente sus convicciones que eran bastante radicales para aquel tiempo.

Esperamos disfrutéis en familia de esta lectura, que sin duda no os dejará indiferente.

Por su parte, durante marzo realizaremos, en colaboración con el Departamento de Valenciano una exposición sobre las calles de la ciudad de Valencia que llevan nombre de mujer. Con ello queremos visibilizar las mujeres que nombran nuestras vías y ver cómo incluso a la hora de elegir qué mujeres nombran calles hay una clara diferencia entre hombres y mujeres.

Os invitamos a todos a participar en esta experiencia.

Gracias por vuestra atención, colaboración y participación activa. Un  saludo.

Nueva charla de la Policía local para el mes de marzo.



El próximo martes día 8 de marzo a partir de las 18:30h, en el salón de actos (confirmar con los conserjes el lugar ese mismo día), tendrá lugar la charla impartida por la Policía Local sobre:

CIBER ACOSO EN REDES SOCIALES

Esperamos que la charla sea de vuestro agrado. Un saludo.

 

Para Pensar febrero: Autonomía Emocional

Autonomía Emocional

El concepto de autonomía emocional es amplio e incluye un conjunto de características y elementos relacionados con la autogestión personal, entre las que se encuentran:
·         autoconocimiento, o conocimiento de sí mismo; de los propios intereses, capacidades y competencias.
·         autoconciencia, que posibilita la toma de conciencia de sí mismo; entre otros aspectos, tomar conciencia de los puntos fuertes y débiles.
·         autoaceptación, que permite pasar a tener una imagen positiva de sí mismo; estar satisfecho de sí mismo; mantener buenas relaciones consigo mismo.
·         autoestima,
·         autoconfianza, es confiar en los propios recursos.
·         automotivación, capacidad de automotivarse e implicarse emocionalmente en actividades diversas de la vida personal, social, profesional, de tiempo libre, etc.
·         autoeficacia, significa saber lo que siento, darle nombre y saber transformar ciertas emociones negativas en un comportamiento coherente y adaptativo. La autoeficacia emocional es el paso de la autonomía a la autorregulación. A un alto nivel de competencia esto puede implicar llegar a sentir lo que uno quiere sentir. Es decir, aceptar la propia experiencia emocional y transformarla progresivamente en positiva, de acuerdo con las creencias sobre lo que constituye un balance emocional deseable.
·         responsabilidad, intención de implicarse en comportamientos seguros, saludables y éticos. Asumir la responsabilidad en la toma de decisiones.
·         actitud positiva ante la vida, capacidad para tener una actitud positiva ante la vida.
·         análisis crítico de normas sociales, capacidad para evaluar críticamente los mensajes sociales, culturales y de los mass media, relativos a normas sociales y comportamientos personales.
·         capacidad para buscar ayuda y recursos, capacidad para identificar la necesidad de apoyo y asistencia y saber acceder a los recursos disponibles apropiados.
La autonomía emocional se presenta de este modo como una competencia que se puede aplicar en múltiples situaciones de la vida. Por ello interesa resaltar aquellas que pueden ser particularmente peligrosas, como por ejemplo la inducción al consumo de drogas, la violencia, el bullying, vandalismo, etc. En estas situaciones, se puede hacer frente a la presión de grupo de forma más efectiva desde la autonomía emocional. La autonomía emocional se sitúa en un punto equidistante entre la desvinculación afectiva y la dependencia emocional.
Uno de los cambios más importantes que se producen durante la adolescencia es la progresiva necesidad de autonomía. Los chicos y chicas deben asumir nuevos roles y hacer frente a nuevas tareas y una de estas tareas tiene que ver con la adquisición de unos niveles de autonomía cada vez mayores respecto a sus padres o personas de referencia
Se entiende que el desarrollo de la autonomía requiere la ruptura de los vínculos primarios junto a la búsqueda de nuevos objetos de identificación. Es como si el adolescente para llegar a ser autónomo necesitara empezar de nuevo, rompiendo con todos los lazos afectivos parentales. Esa situación de vacío es la que le permitiría emprender relaciones verdaderamente propias y personales con el mundo externo que irá interiorizando progresivamente. . Pero cada vez más se considera que la autonomía de los adolescentes no tiene por qué suponer una ruptura con los lazos afectivos hacia los padres, sino que se puede dar esta autonomía con unas buenas relaciones parentales, para lo que es imprescindible llevar una educación basada en la comunicación, el diálogo y la negociación con nuestros hijos.
Hay autores  que distinguen entre:
·         autonomía cognitiva o actitudinal, referida a la concepción del propio yo como algo único y diferenciado;
·         autonomía emocional referida a la desvinculación y liberación de la necesidad del apoyo parental y
·         autonomía conductual o funcional referida a la capacidad para tomar decisiones y manejar asuntos propios sin ayuda de los padres.
Como se puede ver, los ámbitos de la autonomía hacen referencia a los tres componentes de la personalidad, el ejecutorio, el afectivo y el cognitivo.

Autonomía cognitiva

La autonomía cognitiva es el grado en que la persona es capaz de regirse por criterios propios. Requiere el ejercicio de las operaciones formales que capacitan al adolescente para pasar de la moral heterónoma a la autónoma. Así, el adolescente utiliza el propio razonamiento para resolver problemas morales, políticos o sociales. El aspecto cognitivo integra una postura individual que resiste la presión ejercida por las opiniones de los padres y el grupo de amigos, llevando al adolescente a apoyarse en su criterio personal. Se supone que,  durante la adolescencia, la persona debe adquirir una conciencia cada vez más clara y realista de quién es, qué quiere realizar con su vida, cuáles son sus capacidades y recursos personales, etc. Para llevar a cabo este proceso el adolescente necesita un mínimo sentido de autocrítica y la adquisición de un orden de valores que le apoyen en su coherencia intrínseca (no en la fidelidad a padres o adultos, como sucede en los años de infancia).

Autonomía emocional

La autonomía emocional se refiere a los aspectos de la independencia que están relacionados a cambios en las relaciones estrechas del individuo respecto a sus padres. Se puede entender como el grado en que el adolescente ha logrado deshacerse de los vínculos infantiles que le anclaban a la infancia. Supone una redefinición de los vínculos afectivos parentales y, una desidealización de los padres. Los adolescentes emocionalmente autónomos pasan a ser más autoconfiados y menos dependientes de sus padres, sienten que hay cosas que sus padres no saben sobre ellos. La autonomía emocional contribuye a la valoración personal de los acontecimientos, ya que la afectividad abarca la totalidad del ser personal. Por tanto, es uno de los recursos más poderosos del desarrollo socio-personal y requiere el ejercicio de las operaciones formales que implica la habilidad de manejar los sentimientos y emociones propios y de otros, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar los pensamientos y las acciones personales.
Actualmente se la reconoce como inteligencia emocional y forma parte de la habilidad que permite participar en una situación mediante su comprensión afectiva; es una especie de motivación intrínseca que permite un mejor conocimiento propio y una conexión con los demás.
Hay  autores (Ryan y Linch, 1989)  que cuestionan claramente la consideración de que la desvinculación afectiva represente un paso necesario en el proceso de individuación del adolescente. Argumentan, en la línea de la teoría del apego, que una alta autonomía emocional con respecto a los padres puede estar indicando una experiencia previa en el contexto familiar de falta de apoyo y afecto (relación de apego inadecuada). En sus resultados los adolescentes que puntuaban alto en desvinculación paterna a edades muy tempranas mostraban conductas desviadas y baja autoestima. Se trataría, por lo tanto, de una desventaja que podría llegar a suponer un obstáculo para el logro de la identidad y la formación de un autoconcepto positivo. En investigaciones españolas (Oliva, 2001) también se asocia una alta autonomía emocional a problemas de conducta y ajuste psicológico deficiente.
En la actualidad, el debate acerca del valor adaptativo de la autonomía emocional durante la adolescencia se encuentra en una segunda fase, en la que se considera que este valor va a tener un significado distinto según la calidad de las relaciones familiares y el nivel de estrés que impere en el contexto familiar (perspectiva contextual).
De este modo, la mejor situación para el desarrollo del adolescente sería la que produce un equilibrio entre la autonomía o individuación con respecto a los padres y el mantenimiento de una buena relación con ellos.
Si el contexto familiar es un importante mediador en la relación entre la autonomía emocional y el nivel de desarrollo adolescente, no se puede despreciar la importancia que puede tener el contexto cultural. Cabe esperar que estas relaciones sean diferentes en distintos países y en distintas culturas.

Autonomía conductual

La autonomía conductual, en contraste con la autonomía emocional, se refiere a la capacidad para tomar decisiones independientes y hacerse cargo de ellas. Es la capacidad de autogobierno, el grado en que una persona suele decidir y actuar por ella misma. Implica un proceso de toma de decisiones durante el cual el adolescente aprende y empieza a definirse personalmente en diversos ámbitos significativos y a aceptar paulatinamente la responsabilidad sobre sus actuaciones. Requiere una adaptación y el aprendizaje de nuevos roles familiares en el escenario doméstico. Los intentos para establecer la autonomía conductual dentro de la familia suelen ser a menudo una fuente de conflictos entre padres y adolescentes, en este proceso ambos deben ceder y negociar, de manera que la decisión adolescente se ejercite en ámbitos cada vez más amplios. Progresar hacia la autonomía y mantener una relación interdependiente con los padres son dos procesos complementarios del crecimiento durante la adolescencia.
Al contrario de lo que sucede con la autonomía emocional, esta faceta de la autonomía es fácilmente evaluable a través de las distintos ámbitos o momentos decisorios; sus logros son directamente observables en la vida cotidiana: organización del tiempo libre, de documentos, interés por autoafirmarse, etc. Casi siempre se trata de conductas fácilmente definibles y cuantificables.
La dimensión conductual como aspecto observable del proceso de autonomía se manifiesta en un sentimiento subjetivo de confianza en uno mismo que impulsa a tomar decisiones autónomas. Realizando una síntesis de lo hasta aquí expuesto, se puede entender la autonomía adolescente como un aspecto de la madurez psicológica que lleva a decidir personalmente sobre cómo pensar, sentir y actuar, siendo el agente de su propia realización.
El resultado evolutivo del proceso de autonomía queda supeditado a diversos factores. Las consecuencias de su desarrollo son la seguridad interna (afectiva-cognitiva) y la autorregulación (conductual). La competencia o madurez psicológica que el adolescente adquiere se manifiesta externamente en la habilidad de control de la propia conducta de modo que sea adecuada a la situación contextual.
Según las aportaciones de diversos autores se puede entender que son tres los indicadores de la autonomía en la adolescencia que manifiestan su adquisición y que reflejan nuevamente las facetas que la integran:
Resistencia a las presiones y disminución de la susceptibilidad a la influencia de las personas significativas. El aspecto cognitivo integra una postura individual que resiste la presión ejercida por las opiniones de los padres o adultos influyentes y el grupo de iguales, llevando al adolescente a apoyarse en su criterio personal. Así, utiliza el propio razonamiento para resolver problemas morales, políticos o sociales.
Redefinición de los vínculos paternos. Se trata del carácter afectivo del proceso de autonomía que se manifiesta en un creciente sentido de separación de los padres y que lleva al abandono de los vínculos infantiles y la reestructuración de las vinculaciones parentales. Aspecto de la madurez psicológica que lleva a decidir personalmente sobre cómo pensar, sentir y actuar, decidir por sí mismo la forma de realizarse como tal, siendo el agente de su propia realización personal

Toma de decisiones. Sentimiento subjetivo de confianza en uno mismo que le impulsa a tomar decisiones autónomas. Éste es el aspecto observable del proceso de autonomía, la dimensión conductual. 

lunes, 22 de febrero de 2016

Charla sobre dislexia

La charla sobre dislexia se realizará el próximo martes 1 de marzo a partir de las 18:30 en el IES. La sala donde se realizará está or confirmar, ya que el salón de actos está ocupado por los exámenes de 2º de Bachiller

Gracias por vuestrointerés. ¡Os esperamos!

Un saludo

lunes, 1 de febrero de 2016

INVITACIÓN. Mesa redonda "ESTADO DE BIENESTAR, DERECHOS SOCIALES Y SERVICIOS SOCIALES" - AV Patraix‏

 Hemos recibido una invitación de la AV de Patraix que queremos compartir con todos vosotros:


INVITACIÓN. Mesa redonda "ESTADO DE BIENESTAR, DERECHOS SOCIALES Y SERVICIOS SOCIALES" - AV Patraix‏

"Nada funciona sin una sociedad civil activa y vigilante, pues a ella corresponde tomar la iniciativa".

2ª MESA REDONDA SOBRE CIUDADANIA ACTIVA - PATRAIX

Estimada amiga, estimado amigo,
La Asociación Vecinal Patraix organiza, con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia, la segunda de las mesas redondas, de un ciclo de tres, programadas para tratar temas de Inclusión Social, Derechos de la Ciudadanía y Nueva Gobernanza Pública.
En esta ocasión trataremos, a modo de introducción, "Hacia un nuevo modelo social: ¿la privatización del vivir social?", con la aportación de un corto vídeo de Victor Renes, de la Fundación Foessa, y en la segunda lo haremos con una charla sobre "Estado del Bienestar y Derechos Sociales, políticas de Gobierno para una nueva etapa de gestión y desarrollo de los Servicios Sociales", cuyo ponente será Gustavo Zaragoza Pascual, Director General de Planificación, Ordenación, Evaluación y Calidad de la Vicepresidencia y Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana.
Te invitamos muy gustosamente a que acudas el próximo día 4 de febrero, jueves, a las 19 horas, al Centro Municipal de Servicios Sociales de Patraix, calle Salabert, 13- 3º piso- Valencia (adjuntamos cartel), absolutamente seguros de que no te defraudará.

A la espera de contar con tu presencia y de poder saludarte entonces personalmente, recibe un cordial y afectuoso saludo.

José Enrique Sánchez Menaya

Asociación Vecinal Patraix


Esperamos que os sea interesante y que podáis participar en ella.